domingo, 2 de noviembre de 2014

Que no cunda el pánico


      Para no perder la costumbre la educación en algunos lugares se enfrenta a un muro descomunal, como es la pre-lectura y pre-escritura mal entendidas en las etapas de educación infantil.

      Parece que tengamos prisa, como si el analfabetismo persiguiera a los niños por la calle y cada día fuera una dura lucha contra él. La mayoría de los adultos quieren y valoran enormemente que los niños lean, y que lo hagan cuanto antes.

       Esto es un grave error si no sabemos hacerlo de forma correcta.

       Algo no ha debido funcionar bien, pocos son los que recuerdan con cariño la lectura después de salir del colegio, incluso en algunos sitios hay niños que no quieren ir al colegio, ahí sí debería cundir el pánico.

      Si nos vamos a los resultados del informe PISA no quedamos muy bien valorados, ni si quiera en la lectura. Aunque nuestros alumnos sufran en sus carnes a las letras a diario y desde bien pequeños.

      Algunos de los países punteros reservan la lectura y la escritura para unas edades más avanzadas, o mejor dicho más maduradas. Preparados para poder asumir el reto sin frustrarse.

      Al final todos leen,  las diferencias se encuentran en la motivación, la comprensión y el amor que sienten hacia la lectura.


     Con esto no quiero decir en absoluto que no sea importante y mucho menos que no haya que enseñarlo. Solo pido que no tengamos prisa para leer. Leer es muy importante, gratificante, significativo y enriquecedor como para hacerlo mal y pronto.  

     Antes de leer hay que hacer muchas cosas importantes para estar bien preparados.

Cristina Requeijo Gómez

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