Brus se iba a dormir y como todas las noches estaba asustado.
¿Y si aparecía el cerdito feroz?
Todo el mundo sabe que los cerdos comen de todo. Y Brus estaba asustado por si también comían lobos.
Una noche en la cueva, otro de los lobos pequeños se asustó, una enorme araña le miraba desde la pared.
A Brus las arañas no le daban miedo, lo que si le daba miedo eran los cerdos.
Otro día caminando por el bosque vieron un enorme oso, y muchos de los lobos pequeños corrieron a esconderse detrás de los lobos grandes.
Pero a Brus no le daban miedo los osos lo que realmente le daba miedo eran los cerdos.
El día llegó.
Y una tarde mientras jugaba con los demás lobos pequeños, se alejó demasiado . De pronto empezó a llover y corrió a esconderse.
Cruzó una verja y encontró un montón de gallinas, todas corrieron alborotadas hacia un rincón.
Pero a Brus no le daban miedo las gallinas, lo que si le daba miedo eran los cerdos.
Después vio a un montón de caballos, y perros que ladraban muy fuerte.
Pero a Brus solo le daban miedo los cerdos.
Hasta que vio a los cerdos.
Rosas, regordetes y compartiendo su comida.
No parecía que comiesen lobos, pero a Brus le daba miedo. Y más aún si estaba lejos de los otros lobos.
Entonces se dio cuenta.
A Brus no le daban miedo los cerdos, le daba miedo perderse por alejarse demasiado.
Y como conocía el camino volvió,y ya no tenía miedo de los cerdos.
Regordetes, rosas y compartiendo su comida.
Cristina Requeijo
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