Strong era un perro valiente y un gran explorador. Siempre se le veía olfateando por todas partes, encontrando tesoros escondidos, y las mejores hamburguesas.
Vivía con sus amos en una bonita casa, y dentro de ella había otra bonita casa, pero muy pequeñita, solo para Strong.
Dentro escondía sus tesoros, sus huesos. Tenía más de tres pelotas, unas cuantas piedras y palos y su pollito de peluche. Un gran amigo que Strong tenía desde el día que llego a casa.
Como os dije, Strong era un perro muy valiente pero.......
Cuando llegaba la noche y se iba la luz,Strong no podía ver lo que le rodeaba, y sentía miedo. Necesitaba que alguien le protegiese, y sin pensarlo, noche tras noche se iba a dormir con sus dueños.
La alfombra que había a los pies de la cama se convirtió rápido en la cama de Strong.
Una mañana, al volver a su bonita casa , se dio cuenta de que Pollito no estaba.
Las pelotas le dijeron que se había ido porque pasaba mucho miedo por la noche, todos le habían oído temblar, incluso llorar a veces.
Entonces Strong se dio cuenta de como se habría sentido el pobre pollito allí sólo.
Cuando llegó la noche y empezó a oscurecer, a Strong le entró el miedo. Camino a su "cama-alfombra" se acordó del pollito, ¿dónde estará?, ¿estará asustado?, ¿estará solo?.
Lo buscó y lo buscó, por debajo de las piedras y por encima de los árboles, por debajo de las aguas y por encima de las nubes. Hasta que lo encontró.
Estaba temblando, debajo de un gran árbol en un gran bosque. Sin decir nada se lo colocó en el lomo y corrió hacia su casa.
Allí juntos pasaron esa noche, y todas las demás.
Cuando se marchaba la luz, siempre estaban juntos, y podían protegerse.
Cristina Requeijo
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